NOTA DE PRENSA: SEGURIDAD DE LAS CONSERVAS DE ALIMENTOS

La técnica de conservar alimentos enlatados es una importante estrategia que permite protegerlos ante los daños ocasionados por la luz y el oxígeno. Además, este proceso considera su esterilización a temperaturas que pueden superar los 121 °C.

Sin embargo, a continuación describo algunas recomendaciones que podrán ser de utilidad para considerar la seguridad de un alimento en conserva.

PROBABILIDAD DE PRODUCCIÓN La industria de conservas no puede asegurar el 100% de la inocuidad en sus productos, pudiendo encontrar una lata contaminada por cada cinco millones de ellas, siempre y cuando se cumplan los estándares de producción y calidad.

ABOLLADURAS Y GOLPES Los envases de hojalata suelen estar provistos de un barniz que actúa como revestimiento de protección. Cuando un producto enlatado presenta golpes y abolladuras este barniz puede dañarse y con esto deja de cumplir su función protectora. Se pueden generar reacciones químicas entre el contenido y el metal del envase que van disolviendo la hojalata, solubilizando iones metálicos, formando sulfuros de hierro y azufre que ocurren por la degradación proteica del alimento. Este escenario puede generar el hinchamiento de la lata.

MICROBIOLOGÍA Las conservas de alimentos suelen impedir el crecimiento de muchos microorganismos por su baja acidez y por haber desplazado el oxígeno. Sin embargo, el Clostridium botulinum es una bacteria anaerobia, es decir crece sin necesidad de oxígeno, productora de una potente exotoxina neuroparalítica afecta el sistema nervioso produciendo una intoxicación que puede llegar a ser fatal llamada Botulismo. El metabolismo de la bacteria producirá gases que generarán el hinchamiento de la lata.

ALMACENAMIENTO Los productos enlatados deben mantenerse almacenados adecuadamente, debido a que los roedores pueden contaminarlos. Las ratas tienen una vejiga débil, la que les impide retener la orina por mucho tiempo. Considerando que pueden ser vectores de más de 70 tipos de enfermedades, es oportuno realizar una adecuada limpieza y desinfección de los envases. Como recomendación, se debe retirar la etiqueta, lavar la lata y luego sumergirlo en solución desinfectante a una dosis de una cucharadita de postre de lejía comercial en 5 litros de agua y dejar actuar el desinfectante por un tiempo de 5 minutos.

Por lo expuesto, se recomienda verificar el buen estado de los envases de hojalata. Desinfectarlos antes de abrirlos y si estos presentan abolladuras, evitar su abertura y consumo.

Gracias por leer.

Fernando Gonzales Medrano
Gerente de Operaciones
GRUPO LIDERA